La Embajada de EU alerta sobre amenaza de tiroteo masivo en Honduras

Tegucigalpa, Honduras.- En un giro tragicómico de la geopolítica contemporánea, la Embajada de Estados Unidos en Honduras —custodia autoproclamada de la democracia global— ha emitido un comunicado digno de un guión de Hollywood: la advertencia de un tiroteo masivo en la capital hondureña, con blancos tan aleatorios como una escuela cristiana, un centro cívico y un anónimo templo del consumismo. Por supuesto, el personal diplomático ya tiene instrucciones de esquivar la zona como si fuera un reality show apocalíptico.

El boletín, redactado con la precisión burocrática de quien reparte consejos de supervivencia entre canapés, detalla que la amenaza podría repetirse el 16 de mayo, porque incluso el terror ahora viene con secuelas programadas. Mientras tanto, la policía hondureña —eterna comparsa en esta tragicomedia— investiga con la urgencia de un trámite fiscal, y la Embajada se cuida muy bien de revelar el origen de la amenaza, porque ¿para qué desvelar el misterio si podemos mantener el suspenso?

Lo más hilarante —si el humor negro fuera moneda corriente— es la aclaración de que la amenaza no está dirigida específicamente a ciudadanos estadounidenses. ¡Qué alivio! Solo se trata de hondureños anónimos en lugares públicos, un detalle que sin duda tranquilizará a los estrategas de Washington, quienes ya deben estar calculando si este episodio merece un tuit de preocupación o un descargo de drones.

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Así, entre protocolos de emergencia y cooperaciones dudosas, el circo de la seguridad global sigue su marcha, demostrando una vez más que en el teatro de lo absurdo, el único libreto garantizado es el de la incoherencia.