Manta anónima acusa a operadores del CJNG en caso Rancho Izaguirre

GUADALAJARA, Jalisco.— Una lona colocada en un puente peatonal de la Avenida Vallarta en Zapopan destapó los presuntos nexos de miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) con el Rancho Izaguirre, un enclave vinculado a secuestros y ejecuciones. El mensaje, dirigido al secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, señaló a Gerardo “El Cachas” Botello y a su hermana Yadira como responsables de administrar el centro de retención ilegal.

La denuncia anónima —posiblemente escrita por una víctima— detalló que Yadira supervisaba el abastecimiento de alimentos a los cautivos, mientras que Marcos “El Sobrino” y otros sicarios ejecutaban a quienes intentaban huir. Según el texto, los acusados reclutaban víctimas en la Central de Autobuses de Guadalajara y las trasladaban a zonas de conflicto en Michoacán para disputar plazas a grupos rivales.

La investigación reveló datos inéditos: “El Cachas” habría salido de prisión en junio de 2023 y operaba gasolineras en la zona metropolitana para lavar capitales ilícitos. Su historial delictivo incluye homicidios de autoridades, extracción clandestina de hidrocarburos y una orden de extradición a EU por un crimen en 2002. Antes de su captura en 2018, fungió como escolta de Rosalinda González Valencia, suegra de “El Mencho”.

Los colocadores de la manta —dos individuos que huyeron en taxi— incluyeron fotografías de los implicados. Este método de denuncia callejera refleja la creciente desconfianza en los canales institucionales para combatir al crimen organizado, mientras el CJNG expande su influencia con tácticas híbridas que mezclan violencia y economía informal.