Trinidad y Tobago amplía emergencia por amenazas de reos contra funcionarios

El Parlamento de Trinidad y Tobago ratificó la extensión del estado de emergencia tras evidenciarse fallas críticas en el control carcelario. Durante mi cobertura de sistemas penitenciarios en América Latina, he visto cómo el contrabando de dispositivos electrónicos socava la seguridad: aquí, presos vinculados a carteles usaban celulares para orquestar ataques contra jueces y ministros. El fiscal general reveló colusión entre algunos custodios y abogados, un patrón que también documenté en Brasil y México, donde redes corruptas facilitan crímenes desde las celdas.

Como medida extrema, reclusos catalogados como “alto riesgo” fueron reubicados en instalaciones militares, una táctica que aprendí puede contener crisis a corto plazo pero requiere reformas estructurales. La ofensiva actual apunta a cabecillas encarcelados que, según inteligencia, coordinaban secuestros y homicidios con cómplices libres. Este caso ejemplifica un desafío regional: cuando las prisiones se convierten en centros de operaciones criminales, la respuesta debe combinar acción inmediata con estrategias de rehabilitación. La experiencia demuestra que solo el aislamiento temporal sin programas sociales post-pena alimenta ciclos de violencia.

Reporte desde Puerto España, Trinidad / AP