Trump celebra su cumpleaños con tanques y protestas en Washington

WASHINGTON, D.C.—En un giro que nadie anticipó (excepto todos), el presidente Donald Trump finalmente logró su sueño dorado: convertir las calles de la capital en un set de filmación para su versión personal de Mad Max: Fury Road pero con más banderitas y menos guion. El “Gran Desfile del Yo” avanzó entre tanques relucientes y soldados marchando al ritmo de “Happy Birthday”, mientras las nubes —como los índices de aprobación presidencial— se oscurecían sobre el monumento a Washington.

“Es un poco exagerado”, admitió un veterano, mirando un tanque que costó más que su hipoteca. “Pero ¿qué mejor manera de celebrar 250 años de Ejército que gastando 45 millones en asfaltar las calles… con blindados?”

Mientras el equipo Golden Knights descendía prematuramente (metáfora involuntaria de su administración), los manifestantes coreaban consignas como “Hogares, no drones” y “Trump debe irse”. Irónicamente, los vendedores ambulantes hacían su agosto literal: ofrecían desde imanes conmemorativos del Ejército hasta camisetas con el rostro del presidente en pose cesárea. Todo por el módico precio de la dignidad nacional.

El climax llegó cuando Trump —en un discurso que mezcló autoelogios, quejas sobre Biden, y promociones de mercancía MAGA— fue vitoreado por soldados uniformados. Porque nada dice “doctrina de apoliticismo militar” como tropas aplaudiendo a un candidato en funciones. Mientras tanto, California demandaba al gobierno federal por despliegues militares no solicitados, en lo que los expertos llaman “la relación más tóxica desde Troya y el caballo de madera”.

Al final, el mensaje fue claro: en la era de las guerras culturales, ¿qué mejor arma que un tanque para aplastar disidencias? Y si se rompe el pavimento, siempre quedan los 78% de ciudadanos que ni aprueban ni desaprueban… porque la indiferencia es el verdadero opio del pueblo.