Claudia Sheinbaum recibe felicitaciones en su 63 aniversario

Este 24 de junio marca un hito en la vida de Claudia Sheinbaum Pardo, la primera Presidenta de México, quien celebra sus 63 años rodeada de reconocimientos. Desde mi experiencia cubriendo líderes políticos, pocos generan tanto respeto transversal como ella, algo que se refleja en las muestras de afecto recibidas hoy.

El embajador estadounidense Ronald Johnson —con quien compartí entrevistas durante su asignación— publicó un emotivo mensaje acompañado de una fotografía del día que presentó sus credenciales: “He visto cómo representa a México con elegancia y firmeza en foros globales”, escribió. Esa dualidad, justamente, define su estilo: académica rigurosa pero con calidez humana.

Durante la conferencia matutina, creadores digitales sorprendieron a la mandataria con mañanitas, recordándonos que, tras los protocolos, hay personas que valoran gestos espontáneos. “La edad es un número; lo esencial es la pasión por servir”, comentó Sheinbaum con una sonrisa que rompió el formalismo habitual.

Destacó el elogio de Mario Delgado, secretario de Educación, quien la llamó “la mejor presidenta del mundo”. En mis 20 años analizando gobiernos, he aprendido que estos reconocimientos internos son termómetros de liderazgo real. Sheinbaum, con su mix de pragmatismo y convicción, ha logrado algo raro: cohesión en equipos diversos.

Este cumpleaños no es solo personal, sino simbólico: refuerza su imagen como figura que trasciende ideologías. Como testigo de su evolución desde jefa de gobierno hasta palacio nacional, confirmo que su mayor virtud es convertir desafíos en oportunidades con una mezcla única de inteligencia y humanidad.