El laberinto burocrático de las letras para recibir ayuda social

CIUDAD DE MÉXICO. – En un alarde de eficiencia digno de un cuento kafkiano, el Gobierno de México ha implementado su último invento para distribuir la caridad estatal: el sorteo alfabético de la dignidad. Las mujeres entre 60 y 64 años, aquellas que aún no han sido devoradas por el sistema pero ya tienen un pie en el olvido, ahora pueden postularse para recibir 3 mil pesos… siempre y cuando su apellido empiece con la letra correcta en el día preciso.

Hoy, 8 de agosto, es el turno de las afortunadas cuyos apellidos comienzan con S, T, U, V, W, X, Y o Z. ¿No pertenece a este exclusivo club del alfabeto? No se preocupe: puede intentarlo los sábados, cuando el Estado, en un arranque de generosidad, atiende a todas las letras… aunque eso sí, con colas tan largas que harán que la espera se sienta como un ensayo para la eternidad.

Los requisitos son simples: identificación oficial, acta de nacimiento, CURP y comprobante de domicilio (nada mayor a seis meses, porque todos sabemos que las personas mayores cambian de casa cada semestre). Todo ello en original y copia, porque en la era digital, nada dice progreso como fotocopiar documentos hasta que se desvanezcan.

Mientras tanto, 3.3 millones de mujeres aguardan su turno, soñando con ese apoyo bimestral que, si bien no alcanza para la canasta básica, al menos sirve para comprar unos cuantos memes de agradecimiento al líder en turno.