El trolebús revolucionario que promete salvar el mundo en 40 minutos

En un acto que sin duda quedará grabado en los anales de la historia de la humanidad (o al menos en los boletines de prensa gubernamentales), la mandataria Claudia Sheinbaum anunció al mundo el milagro tecnológico que resolverá de un plumazo la movilidad, la desigualdad y el cambio climático: un trolebús. Sí, ese vehículo que sus abuelos conocieron, pero ahora con el audaz añadido de… esperen… ¡electricidad!

“Este no es cualquier trolebús”, declaró la líder con la solemnidad de quien anuncia la fusión fría. “Es una obra única en el universo conocido, donde los plebeyos podrán viajar en segunda planta, como los dioses del Olimpo, pero sin el inconveniente de tener que compartir espacio con automóviles contaminantes”. La obra, según cálculos optimistas (realizados en una servilleta durante el trayecto), reducirá el viaje de hora y media a exactamente 40 minutos, siempre y cuando los usuarios vivan en el punto A exacto y vayan al punto B preciso, y no necesiten usar ninguna de las seis estaciones que, casualmente, aún no existen.

Sheinbaum, conocida por su modestia, recordó a la ciudadanía que esta maravilla de la ingeniería es, ante todo, “justicia social rodante”. “¿Qué mejor regalo para los pobres que un pasaje gratis… en un vehículo que aún no opera completamente?”, reflexionó, mientras los asistentes asentían con la convicción de quien sabe que el próximo evento con refrigerios está a solo tres discursos de distancia.

El proyecto, que promete ser “sustentable” (si ignoramos los cientos de toneladas de concreto utilizadas), se inaugurará el 18 de mayo, fecha cuidadosamente elegida para que coincida con… bueno, con algún día en el calendario. Mientras tanto, los habitantes de Chalco podrán disfrutar del espectáculo de obreros corriendo con cubetas cada vez que llueva, gracias al “colector pluvial” que, en un giro cómico del destino, aún no está terminado.

En un mundo donde los líderes suelen prometer unicornios, esta administración ha decidido ser realista: ofrece un trolebús. Y si no funciona, siempre podrán decir que fue una metáfora.