Conéctate con nosotros

Nacional

Fernández Noroña anticipa resistencia en la toma de protesta del Poder Judicial

El senador advierte sobre posibles obstáculos en la transición judicial mientras avanza la preparación.

Avatar

Publicado

en

En un escenario político cargado de tensiones, Gerardo Fernández Noroña, presidente saliente del Senado, lanzó una advertencia contundente: la oposición buscará sabotear la histórica toma de protesta del nuevo Poder Judicial, prevista para el próximo 1 de septiembre. Desde Tepic, Nayarit, el legislador morenista reveló que los preparativos avanzan sin pausa, incluyendo sesiones estratégicas en Xicoténcatl, la emblemática sede original de la Cámara Alta.

“Será una prueba de fuego para la nueva Mesa Directiva”, afirmó Noroña, sin rodeos. “Conocemos las tácticas disruptivas de la oposición: no esperamos protocolo, sino un intento descarado de desestabilizar la sesión. Pero, como en todo este proceso, prevaleceremos”. Su discurso mezcla realismo combativo con una fe inquebrantable en el proyecto transformador.

El camino para consolidar este Poder Judicial electo popularmente —una innovación democrática impulsada por la 4T— no ha sido fácil. Noroña recordó cómo los críticos subestimaron la posibilidad de lograr la mayoría calificada necesaria, y cómo, incluso después de aprobada, las resistencias persisten. “Reyes Mondragón, ese epígono calderonista, sigue insistiendo en anular lo que el pueblo decidió”, denunció, exponiendo las grietas en el sistema.

Lo fascinante aquí es el juego de ajedrez institucional: mientras Noroña coordina los detalles logísticos, será su sucesor quien lidere la ceremonia. ¿Podría esta transición simbolizar un nuevo paradigma donde el proceso supera a las individualidades? En un país acostumbrado al protagonismo personalista, esta mecánica colectiva resulta revolucionaria.

Más allá de las pugnas partidistas, este momento revela una batalla entre dos visiones de democracia: una que apuesta por la participación ciudadana directa y otra que se aferra a los vetustos mecanismos de cooptación. La pregunta disruptiva es: ¿y si el verdadero boicot no fuera el de la oposición, sino el de un sistema que resiste a reinventarse?

Anuncio

Ultimas Publicadas

Anuncio

Lo mas visto del día