Jalisco impulsa una ley pionera para garantizar derechos de personas con autismo

El Congreso de Jalisco se convirtió en epicentro de un debate transformador: legisladores, familias y activistas unieron voces para diseñar la futura Ley de Autismo, una iniciativa que busca romper paradigmas en materia de inclusión. Más que un proyecto político, plantean un marco jurídico permanente con financiamiento garantizado para terapias, educación especializada y centros de atención en todo el estado.

“No queremos limosnas legislativas, sino derechos blindados. Esta ley debe trascender gobiernos y asegurar recursos para una red de apoyo real”, declaró la diputada Mónica Magaña, destacando la urgencia de presupuestos etiquetados que eviten el abandono institucional.

El plan incluye una revolución en servicios de salud, con un centro modelo que lleve diagnóstico temprano y terapias personalizadas más allá de Guadalajara, usando telemedicina y apps de seguimiento para cubrir zonas rurales. En educación, exigen aulas con diseños universales, capacitación docente en neurodiversidad y adaptaciones curriculares con tecnología asistiva.

Maye Villa de Lemus, titular del DIF estatal, fue contundente: “La inclusión auténtica requiere eliminar barreras arquitectónicas, cognitivas y sociales. No es caridad, es justicia”. El evento sirvió también como plataforma para historias crudas: padres relataron su peregrinar por escuelas que rechazan a sus hijos y la falta de profesionales capacitados.

Este movimiento legislativo se alinea con la Agenda 2030 y los tratados internacionales sobre discapacidad, posicionando a Jalisco como pionero en legislación neuro-inclusiva. Expertos en neurociencias participarán en el diseño técnico de la ley, incorporando avances como realidad virtual para terapias y big data para mapear necesidades regionales.