La producción industrial en México registra su primera caída desde 2020

¿Qué pasaría si esta contracción del 0.91% en la actividad industrial no fuera un problema, sino una oportunidad para reinventar el modelo productivo? Los datos del Inegi revelan que, por primera vez desde la pandemia, México enfrenta un retroceso en su sector industrial durante el primer semestre de 2025. Pero más que una simple estadística, esto podría ser el detonante para una transformación radical.

Imaginemos un escenario donde la caída del 8.24% en minería no se ve como un fracaso, sino como el momento perfecto para migrar hacia energías limpias. La reducción en extracción de hidrocarburos podría acelerar inversiones en tecnologías sustentables, creando nuevos polos de desarrollo. ¿Por qué seguir dependiendo de recursos finitos cuando tenemos sol y viento ilimitados?

El sector construcción, con su desplome del 24.31% en obras civiles, plantea una pregunta disruptiva: ¿y si en lugar de cemento tradicional usáramos materiales biodegradables o impresos en 3D? Las crisis siempre han sido el caldo de cultivo de las mayores innovaciones. Mientras tanto, las manufacturas crecen un 3.67%, demostrando que la adaptación es posible cuando se apuesta a nichos estratégicos como equipos eléctricos.

Expertos como Alejandro Saldaña advierten sobre riesgos, pero ¿qué tal si reinterpretamos la “incertidumbre” como espacio para la creatividad? La historia económica nos enseña que los periodos de contracción generan los negocios más revolucionarios. Quizás esta sea la chispa que México necesita para saltar de la industria tradicional a la economía del conocimiento.

La verdadera pregunta no es cómo recuperar los números anteriores, sino cómo construir un nuevo paradigma industrial que convierta estas debilidades en fortalezas. El futuro no se trata de volver a la normalidad, sino de crear una normalidad mejor.