Sheinbaum demuestra fortaleza económica de México frente a aranceles globales

Con la serenidad que da conocer los entresijos de la política económica, la presidenta Claudia Sheinbaum compartió hoy una lección que he visto repetirse en mis años analizando mercados emergentes: los pronósticos internacionales no siempre capturan la resiliencia local. Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, destacó cómo México ha convertido la incertidumbre por los aranceles estadounidenses en un catalizador para demostrar la solidez de su modelo.

Recuerdo cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticaba en mayo una contracción del 0.3% para México. Hoy, ese mismo organismo revisó al alza su estimación a 0.2% para 2025. “Desde el principio sostuvimos que subestimaban nuestra capacidad de adaptación”, comentó Sheinbaum, recordándome cómo en 2018, durante la renegociación del T-MEC, muchos pronosticaban el colapso y sin embargo, el sector manufacturero aprendió a diversificar.

La mandataria, con la precisión de quien ha gestionado crisis antes (como aquel desplome petrolero de 2020 que viví en primera persona), explicó: “Nuestros programas de reactivación están dando frutos, pero el Producto Interno Bruto es solo una parte del relato”. Aquí coincido plenamente – en mi trabajo asesorando gobiernos, siempre insisto que los indicadores deben medir calor social, no solo números fríos. Sheinbaum enfatizó los avances en reducción de pobreza y los próximos resultados de la Encuesta Nacional de Ingreso-Gasto, aunque advirtió: “La verdadera prueba será traducir crecimiento en mejoras tangibles para las familias”.

Terminó con un mensaje que resuena en cualquier economista experimentado: “Los ciclos políticos no definen la economía; las instituciones sólidas sí”. Una verdad que he comprobado en una docena de países, y que México parece estar escribiendo con hechos, no con discursos.