Reimaginando la Lucha: Cuando la Educación Desafia al Crimen
En un acto de resistencia cultural, un colectivo de ciudadanos ha lanzado en Morelia, Michoacán, el movimiento Apaguemos la Narcocultura. Esta iniciativa representa un giro disruptivo en el combate a la glorificación del crimen organizado, proponiendo una revolución educativa desde las bases familiares y comunitarias.
Frente a la saturación de contenidos que romantizan a los cárteles, este proyecto no busca la censura, sino la construcción de anticuerpos cognitivos. Su arma principal: una Guía para Padres y Maestros diseñada para fortalecer el pensamiento crítico y la alfabetización mediática.
“Nuestras juventudes necesitan herramientas, no prohibiciones; criterio, no miedo”, afirmó Fito Torres Ramírez, vocero del movimiento. “No pretendemos censurar, sino formar a quienes mañana decidirán por sí mismos”.
Un Enfoque Preventivo con Respaldo Institucional
El alcalde de Morelia, Alfonso Martínez, junto a su esposa Paola Delgadillo, respaldaron esta propuesta innovadora. “Necesitamos apostarles a las nuevas generaciones para que puedan crecer mejor”, señaló el edil.
La especialista Lorena Cortés presentó datos contundentes de su investigación en territorio michoacano, evidenciando la vulnerabilidad de menores frente a los mecanismos de cooptación delictiva. Su libro Los hijos de la violencia y el narco en Michoacán documenta esta cruda realidad.
Este movimiento representa un cambio de paradigma: en lugar de combatir síntomas, ataca las raíces culturales que normalizan la violencia, construyendo resiliencia comunitaria desde la educación y el diálogo intergeneracional.















