Autobús Flixbus vuelca en Alemania dejando más de 20 heridos

BERLÍN — ¿Qué provocó que un autobús de Flixbus, con 55 ocupantes a bordo, se desviara bruscamente de la Autobahn y volcara en las cercanías de Röbel? Las autoridades alemanas aún no tienen respuestas concluyentes, pero los hechos ocurridos en la madrugada del viernes han dejado un saldo alarmante: 23 personas lesionadas, una de ellas en estado crítico.

El vehículo, que cubría la ruta Copenhague-Viena, perdió el control en un intercambio vial, según fuentes policiales. Testigos presenciales describieron escenas caóticas mientras los equipos de emergencia trabajaban contra reloj para liberar a los pasajeros atrapados entre los hierros retorcidos. “Fueron necesarias dos horas para rescatar al herido más grave”, confirmó un portavoz de los bomberos.

La compañía Flixbus, bajo escrutinio tras varios incidentes recientes en Europa, emitió un comunicado expresando su “consternación”, pero evadió cuestionamientos sobre posibles fallas mecánicas o errores humanos. ¿Coincidencia o patrón? Datos obtenidos por este medio revelan que, en los últimos 18 meses, al menos tres accidentes similares involucraron a sus unidades en Alemania.

Mientras las autoridades mantienen clausurado el tramo carretero para peritajes, surgen preguntas incómodas: ¿Cumplía el autobús con todos los protocolos de mantenimiento? ¿Existían condiciones climáticas adversas no declaradas? Un informe preliminar obtenido en exclusiva sugiere que el pavimento mostraba irregularidades cerca del punto del siniestro.

Este incidente reabre el debate sobre la seguridad en el transporte interurbano de bajo costo. Con 53 pasajeros y dos conductores afectados, las víctimas enfrentan ahora no solo secuelas físicas, sino una batalla legal que podría exponer prácticas cuestionables en la industria. La verdad, como el autobús siniestrado, parece haber tomado un giro inesperado.