CIUDAD DE MÉXICO.- ¿Qué se esconde detrás de las frías estadísticas de un informe? Una investigación profunda de los datos revelados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desentierra una realidad alarmante: el 31% de la población adulta mexicana, entre 30 y 79 años, lucha contra la hipertensión arterial. Pero la verdadera pregunta es: ¿cuántos de ellos lo saben?
Al analizar las cifras, surge un panorama aún más crítico. De los 20.2 millones de personas que padecen esta condición, una brecha de diagnóstico y control se abre como un abismo. Solo 12.5 millones han recibido un diagnóstico formal, 10.9 millones están bajo tratamiento farmacológico y únicamente 6.4 millones han logrado controlar su presión arterial. ¿Por qué el sistema de salud está fallando en identificar y tratar a casi 8 millones de personas?
Al profundizar en los testimonios y cruzar variables, se descubre una disparidad significativa entre géneros. Aunque la prevalencia es similar (31% en hombres, 30% en mujeres), la proporción de mujeres diagnosticadas, tratadas y controladas es notablemente superior. Esto plantea un nuevo interrogante: ¿están los hombres descuidando su salud o existen barreras de acceso que la OMS no ha detallado?
La investigación conecta estos datos con un hallazgo aún más contundente. Según estimaciones del organismo internacional, de las aproximadamente 200,000 muertes por enfermedades cardiovasculares registradas en México en 2021, la mitad son atribuibles directamente a la presión arterial sistólica elevada. Esto no es solo un número; son vidas que podrían haberse salvado.
Finalmente, al examinar los factores de riesgo, la narrativa establecida señala a la obesidad (36% en adultos), la inactividad física (28%) y el tabaquismo (15%) como los principales culpables. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿se está abordando de manera efectiva la raíz de estos problemas de salud pública, o solo se están tratando las consecuencias? La evidencia sugiere que, sin una estrategia integral, la crisis de la hipertensión en México continuará su curso silencioso y mortal.