La gran obra de los puentes que unirán el progreso con la incredulidad

En un acto de fe —perdón, de infraestructura—, la Presidenta Claudia Sheinbaum inauguró hoy lo que bien podría ser el set de filmación de “Mad Max: Fury Road (versión burocrática)”: tres puentes vehiculares en Colima, cuyos nombres (Tepalcates II, Presa Trancas y El Chical) suenan más a hechizos de un brujo municipal que a soluciones viales. La inversión: 2 mil millones de pesos (o lo que equivale a 400,000 becas “Benito Juárez” evaporadas en asfalto).

“No contentos con eso —anunció la mandataria entre sonrisas de campaña perpetua—, en 2026 construiremos más puentes: Las Tunas, Barrio V, y otros cuyo nombre olvidé porque el speech solo permite memorizar cifras redondas”. La meta, según ella, es convertir a Manzanillo en “el primer puerto de Latinoamérica”, desplazando a Santos (Brasil) y Colón (Panamá) con el poder de… ¿un PowerPoint y 4 mil millones de pesos? “La magia del presupuesto infinito”, susurró un funcionario mientras revisaba su bono por asistir.

Lo más hilarante: prometieron “conservar el medio ambiente” mientras dinamitan la Laguna de Cuyutlán. “Será ecológico —aclaró un técnico—, porque los camiones llevarán calcomanías de árboles”. El secretario de Infraestructura, Jesús Esteva Medina, añadió: “Generaremos 12,000 empleos” (10,000 para repartir folletos y 2,000 para sostener el letrero de “Obra en progreso” hasta 2030).

Lo que no dijo el discurso oficial:

• Los puentes dañados por el huracán Lidia se reconstruyen… justo antes de la próxima temporada de huracanes. ¡Eficiencia!
• La inversión privada provendrá de las mismas tres empresas que ganan todas las licitaciones desde 1992.
• El “bienestar para los colimenses” incluye aprender a dormir con martillos neumáticos a las 3 AM.

Mientras Sheinbaum cortaba el listón (con tijeras de oro, según rumores), un niño preguntó: “¿Y cuándo arreglan mi escuela?”. Lo callaron con un globo con forma de puente. Prioridades.