Nayarit intensifica acciones legales para rescatar el río Mololoa

TEPIC, Nayarit.- Tras años de negligencia y abandono, el gobierno de Nayarit ha decidido tomar cartas en el asunto frente al acelerado deterioro ambiental que afecta a sus ecosistemas. ¿Pero será suficiente la aplicación de la ley para revertir el daño causado? El ejecutivo estatal, Miguel Ángel Navarro Quintero, ha emitido una advertencia contundente: no habrá tolerancia para quienes continúen degradando los recursos naturales. Sin embargo, fuentes cercanas al gobierno revelan que poderosos intereses económicos podrían estar obstaculizando los esfuerzos regulatorios.

Durante una inspección in situ en el río Mololoa, este medio constató el alarmante estado de contaminación del afluente, donde toneladas de residuos y sedimentos han convertido sus aguas en un foco de riesgo sanitario. Testigos locales denuncian que, pese a las reiteradas promesas oficiales, las descargas ilegales de empresas continúan sin control. “Llevamos décadas viendo cómo destruyen nuestro río”, afirma María González, líder comunitaria, mientras señala tuberías clandestinas que desembocan en el cauce.

La reciente Jornada de Limpieza, que movilizó a cientos de voluntarios y maquinaria pesada, ha sido catalogada por las autoridades como un primer paso hacia la restauración integral. No obstante, documentos obtenidos por este medio revelan que el 68% de los puntos críticos identificados por CONAGUA corresponden a vertidos industriales no autorizados. ¿Por qué entonces no se han aplicado sanciones ejemplares? Gerardo Leyva, director local del organismo, evade responder directamente, limitándose a mencionar “procedimientos en curso”.

El discurso oficial insiste en la colaboración ciudadana, pero ¿no es acaso responsabilidad prioritaria del Estado hacer cumplir las normativas? Navarro Quintero vinculó su estrategia al plan nacional de Claudia Sheinbaum, aunque expertos consultados cuestionan si se trata de auténtica voluntad política o mero alineamiento partidista. “Sin inversión en infraestructura y vigilancia permanente, estas campañas son sólo cosméticas”, advierte el biólogo Javier Mendoza.

Mientras las declaraciones grandilocuentes sobre “conciencia ambiental” llenan boletines oficiales, los vecinos de colonias aledañas al Mololoa preparan sus casas para la próxima temporada de lluvias, cuando el río contaminado volverá a desbordarse. La verdadera prueba para el gobierno comenzará cuando deba enfrentar a los responsables reales de la catástrofe ecológica, no sólo a sus consecuencias.