Sheinbaum destaca el rol clave de las Fuerzas Armadas tras el huracán Erick

En un gesto que redefine la sinergia entre gobierno y fuerzas castrenses, la presidenta Claudia Sheinbaum elevó el reconocimiento a las instituciones militares por su respuesta ágil ante la emergencia del huracán Erick. ¿Qué pasaría si otros países adoptaran este modelo de coordinación civil-militar como estándar en desastres naturales?

“El Plan DN-III y Plan Marina no son protocolos burocráticos, sino algoritmos de solidaridad en acción”, afirmó durante la conferencia matutina, donde imágenes revelaron helicópteros surcando cielos inundados para llegar a comunidades afromexicanas aisladas. La innovación logística aquí no fue tecnología, sino voluntad operativa.

Mientras la prensa tradicional habla de ayuda, Sheinbaum replantea el discurso: “Estas intervenciones son redes neuronales institucionales que conectan recursos con urgencias”. La pregunta disruptiva: ¿Podrían estas estrategias convertirse en laboratorios para diseñar políticas públicas antifrágiles ante el cambio climático?

La mandataria destacó casos como Corralero, donde la imposibilidad de acceso terrestre se convirtió en oportunidad para demostrar la versatilidad aérea de las Fuerzas Armadas. Esto no es asistencialismo, es ingeniería social en tiempo real, donde cada despensa entregada es un bit de esperanza en el código binario de la reconstrucción.

En lugar de ver damnificados, Sheinbaum visibilizó socios estratégicos: comunidades marginadas que ahora son epicentros de innovación en gestión de crisis. ¿Será este el modelo para redefinir la seguridad nacional no como defensa contra amenazas, sino como construcción colectiva de resiliencia?